La inestabilidad de tobillo es una consecuencia frecuente de esguinces mal curados o repetidos, y puede convertirse en un problema crónico si no se trata adecuadamente. Es habitual en deportistas, pero también en personas que sufren torceduras recurrentes o dolor al caminar sobre terreno irregular.
En este artículo, como traumatólogo especialista en tobillo, te explico qué es exactamente la inestabilidad de tobillo, cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento más eficaz para recuperar la estabilidad y prevenir nuevas lesiones.
Índice

¿Qué es la inestabilidad de tobillo?
La inestabilidad de tobillo ocurre cuando los ligamentos laterales del tobillo están debilitados o rotos, lo que impide que la articulación mantenga su alineación durante el movimiento.
Puede ser:
- Aguda: tras un esguince reciente mal curado.
- Crónica: cuando se repiten las torceduras o se arrastra la lesión durante meses o años.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
- Sensación de que el tobillo “se va” al caminar o hacer deporte.
- Inseguridad al caminar por superficies irregulares.
- Dolor o molestia persistente.
- Inflamación o hinchazón crónica.
- Esguinces frecuentes, incluso con pequeños gestos.
¿Por qué aparece la inestabilidad?
Las causas principales son:
- Rotura de ligamentos (especialmente del ligamento peroneoastragalino anterior o del calcaneofibular).
- Reincorporación precoz a la actividad sin una correcta rehabilitación.
- Falta de fortalecimiento y propiocepción tras el primer esguince.
- Lesiones asociadas como daño en el cartílago o cuerpos libres articulares.
¿Cómo se diagnostica?
Para confirmar una inestabilidad de tobillo es fundamental una buena exploración clínica combinada con pruebas de imagen como:
- Radiografías dinámicas (para valorar laxitud).
- Resonancia magnética (para estudiar los ligamentos y el cartílago).
- Ecografía musculoesquelética.
- En algunos casos, puede indicarse una artroscopia diagnóstica.
Tratamiento de la inestabilidad de tobillo
El objetivo del tratamiento es restablecer la estabilidad y prevenir futuras lesiones. Existen dos enfoques principales:
Tratamiento conservador
Adecuado en casos leves o en fases iniciales:
- Rehabilitación funcional con fisioterapia.
- Entrenamiento propioceptivo y fortalecimiento muscular.
- Vendajes funcionales o tobilleras para el deporte.
- Infiltraciones si existe inflamación o dolor asociado.
Tratamiento quirúrgico
Indicado en casos de:
- Inestabilidad crónica con múltiples esguinces.
- Fallo del tratamiento conservador.
- Lesiones ligamentosas completas.
- Lesiones asociadas (cartílago, cuerpos libres).
La técnica más utilizada es la reconstrucción ligamentosa, que puede realizarse mediante:
- Artroscopia de tobillo (mínimamente invasiva): permite reparar lesiones, extraer cuerpos libres y valorar el cartílago.
- Cirugía abierta o combinada: en casos de reconstrucción de ligamentos con plastias.
¿Cómo es la recuperación tras la operación?
- Reposo relativo con descarga parcial las primeras semanas.
- Fisioterapia progresiva para recuperar movilidad y fuerza.
- Retorno progresivo al deporte entre el segundo y cuarto mes, según el caso.
Una buena cirugía y una recuperación guiada permiten volver a la actividad deportiva con seguridad.
¿Cuándo debo consultar?
Si has sufrido varios esguinces, o si sientes que el tobillo ya no es estable, es fundamental una valoración por un especialista en tobillo. Cuanto antes se actúe, mejor será el pronóstico y menor el riesgo de complicaciones a largo plazo.
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